UEFA Champions League:Chelsea vs Liverpool 4-4 (7-5 global)

Para pararse y aplaudir de pie, fue lo que entregaron esta tarde Chelsea y Liverpool, en la vuelta de los Cuartos de final de la Champions League. Sin que tiemble el pulso, uno de los mejores partidos que se hayan visto en la historia reciente.

Para muchos era una serie prácticamente cerrada, con el 1-3 que consiguieron los de Guus Hiddink en Anfield hace siete días, pero en la cancha, el Liverpool le hizo honor a su mística copera y estuvo muy cerca de protagonizar una de las hazañas más memorables de la historia de la Champions. Al final Lampard y el Chelsea se la negaron.

Primer tiempo todo Red

Los de Rafa Benítez, con la vuelta de Javier Mascherano a la mitad de la cancha pero la inocultable baja de Steven Gerrard, se las ingeniaron para controlar ese sector, y plantarse en campo contrario desde el primer minuto.

Y el primer aviso lo dieron los Reds, con un sutil taco de Yossi Benayoun que dejó a Fernando Torres cara a cara con Petr Cech, pero el Niño la tiró afuera.

Enseguida respondió el Chelsea con un tiro libre de Frank Lampard apenas desviado. Pero de pelota parada, pegarían primero los de Anfield. A los 19, en una falta sobre la banda derecho a unos 30 metros del arco. Fabio Aurelio se percató de que Cech estaba muy jugado para cortar al centro y remató directo al arco. Grave error del checo descuidando el palo, pelota adentro junto a la base del poste, y la visita ya estaba 0-1.

Pero todavía la renta de la ida permitía al Chelsea jugar con tranquilidad. Al menos hasta el minuto 27, cuando el héroe de Anfield, Ivanovic, se transformó en villano al cometer un claro penal a Xabi Alonso. El propio español lo cambió por gol y el Liverpool ponía el 0-2, igualaba la serie 3-3, y quedaba a uno del pase a semifinales.

Y el Chelsea terminó agradeciendo irse solo con un 0-2 de desventaja al descanso, porque pese a que dominó buena parte de esos últimos veinte minutos, sobre el epílogo de la primera mitad los Reds tuvieron dos muy claras para ampliar. En una de ellas Cech manoteó un gran cabezazo de Kuyt.

Resurrección Blue

Vaya a saber qué les dijo Hiddink a sus pupilos en el vestuario, porque la actitud del local en el segundo tiempo fue muy distinta. El holandés ya había demostrado su descontento al quitar a Kalou en el primer tiempo, colocando en su lugar a Anelka. Y el francés dejaría su huella.

Al minuto 50 llegó el descuento, en una devolución de gentilezas de Pepe Reina por el primer gol que se devoró Cech. El español se vio sorprendido luego de que Drogba desviara un centro pegado a la raya de Anelka, y vio como se le colaba la pelota entre la pierna y el palo.

Era momento del Chelsea, y el Liverpool apelaba demasiado a las faltas. Primero avisó Drogba con un tiro libre que le sacó brillo al poste izquierdo de Reina, y a los 55 el brasileño Alex se encargó de romperle el arco al meta con un tremendo cañonazo, que se transformó en el 2-2.

Catarata de goles

El partido se puso a pedir de boca para el dueño de casa. Con el Liverpool jugado, con Benítez sacrificando a Mascherano para meter a Riera, y con una genialidad de Drogba, penetrando por izquierda y sirviendo el tercero a Lampard (3-2), parecía asunto cerrado y clasificación azul a semis.

Pero el Liverpool, este Liverpool que tantas veces parece muerto y vuelve a levantarse, aún tenía mucho por decir. Con exactamente diez minutos por jugar, Lucas ensayó un disparo desde afuera del área que se desvió en Essien y descoló a Cech. Hasta ese momento no parecía más que un anecdótico 3-3.

Pero el Chelsea se durmió, Aurelio y Riera se comían la cancha por izquierda, y tras un envío desde ese sector, Dirk Kuyt anticipaba en el área chica para decretar el increíble 3-4 al minuto 82. Los Reds volían a quedar a un gol de la clasificación.

Fueron minutos de mucho nerviosismo, con los Reds completamente jugados al ataque y el Chelsea buscando aprovechar espacios. Finalmente apareció la clase y jerarquía de Drogba y Lampard, el primero para robar una pelota en la salida rival y ceder la perfecta asistencia, y el segundo para conectar un hermoso disparo con rosca que se anidó en la red después de pegar el palo. Golazo de un Chelsea que casi sufre el 4-5 a los 89, pero Essien despejó de cabeza sobre la línea de gol.

El desahogo recién llegó con el pitazo final, que decretó la clasificación de los Blues. Ahora espera el Barcelona