UEFA Champions League: FC Porto - Manchester United 0-1

Para muchos pudo tratarse de un desarrollo demasiado obvio. Lo cierto es que la chapa de la experiencia volvió a jugar su parte y las ingenuidades futbolísticas pagaron demasiado caro sus pecados.

El partido fue opaco, demasiado matemático y poco arriesgado. Pero sólo eso le sirvió al equipo conducido por Sir Alex Ferguson para poder imponerse fuera de casa ante un rival demasiado tímido y continuar en su lucha de la defensa del título obtenido en la temporada pasada.

En los primeros diez minutos del partido se sentaron las bases de un desarrollo esperado por ambos y temido por casi todos los presentes en las gradas. El equipo más experimentado logró hacer pie en las primeras instancias y obtuvo su cometido. Golazo de Cristiano Ronaldo. Tramite superado. United hacia las semifinales.

El equipo portugués cayó en la trampa que le imprimó el rival con la velocidad del traslado del balón. Carrick y Anderson iniciaban las jugadas con velocidad, mientras que Giggs aparecía en cada instancia sobre la banda izquierda. Sin embargo, la clave estuvo en el constante intercambio de posiciones entre Cristiano Ronaldo y Dimitar Berbatov, que desestabilizó cualquier planteo previo.

Así, en la primera jugada que protagonizó el luso convirtió el único gol de la lluviosa noche portuguesa. Los constantes silbidos que recordaron el pasado del ganador del último Balón de Oro sirvieron como motivación como para que la gran estrella del United se luciera con un golazo acorde a las circunstancias.

Así, el Oporto no pudo terminar de asimilar el tempranero golpe y desesperó durante toda la mitad de hora inicial, en la que el conjunto rojo hasta pudo aumentar la diferencia. Encima, la grave lesión del capitán Lucho González (sufrió un fuerte esguince de su rodilla derecha) aportó una mayor incertidumbre a los planes de los anfitriones.

En los momentos previos a al descanso, el equipo portugués dispuso de su situación más clara de peligro cuando Bruno Alves quiso redimirse del fatídico error en Old Trafford y envió su disparo por encima de la portería Devil.

En la segunda mitad se presentó un guión absolutamente esperable. Mientras la visita retrocedía sus líneas y entregaba la posesión, los dueños de casa apostaban a vida o muerte y se arriesgaban a ubicar la mayoría de su gente en el campo rival.

Mariano González ganó un mayor protagonismo, mientras que la inclusión de Ernesto Farías sumó mayor presión a Ferdinand y compañía. Pero el impulso pudo más que las ideas y la mayoría de las llegadas de los dueños de casa aparecieron mediante centros y jugadas de balón detenido. Así, Van der Sar debió intervenir en un tiro de falta de Hulk y un cabezazo de Lisandro López, pero la victoria Devil ya estaba sellada.

El Manchester United continúa con su camino hacia la defensa del título. La experiencia pudo más que la hazaña. El Oporto dice adiós y le deja lugar a los experimentados, que ahora chocarán con el Arsenal, por un lugar en la final